Se acerca la fecha para festejar Thanksgiving, la celebración que se remonta a 1621, un año después de que los peregrinos fundadores de Estados Unidos, formaran el primer asentamiento en Nueva Inglaterra.
Cuenta una de las leyendas que entonces, los colonos se reunieron con los nativos (que en 1620 les habían enseñado técnicas de siembra para con ello, sobrevivir) y juntos, agradecieron por la primer cosecha abundante. Durante tres días, compartieron frutos secos, calabaza hervida, pavo y venado, entre otros alimentos y semillas.
La celebración no fue constante, prueba de ello es que hasta 1789 George Washington proclamó el último jueves de noviembre de ese año, como un día feriado nacional para Thanksgiving. Sin embargo, cada Estado festejó en diferentes fechas e incluso, Thomas Jefferson anuló la celebración.
Hasta 1863, el presidente Abraham Lincoln proclamó el último jueves de noviembre como día nacional de Thanksgiving y en 1941, el Congreso de Estados Unidos declaró el cuarto jueves de noviembre como día feriado nacional para esta celebración que actualmente se conoce como “Acción de Gracias”.
Es un día en que las familias de Estados Unidos u originarias de ese país, se reúnen para celebrar, agradecer las bendiciones recibidas, convivir y también comer. Es común que en las mesas se sirvan alimentos como pavo, relleno, puré de papas, salsa de arándanos y por supuesto, el tradicional pumpking pie.
Si te animas a cocinar ese aromático y suave pie de calabaza, puedes consultar esta liga con la receta tradicional del puré de calabaza, o esta que incluye el procedimiento para hacer la corteza de la tarta.
Las especias que aromatizan y dan sabor a este pie (y a otros postres y bebidas de la temporada), como el jenjibre, canela, nuez moscada y clavo, calientan el cuerpo y lo reconfortan del frío que ya comienza a sentirse como anuncio del invierno.
FOTO: La calabaza y canela protagonizan el otoño. Imagen: www.aarp.org.