Tenía 85 años cuando falleció un 23 de enero de 1989 en Figueras, España. Estamos hablando de Salvador Dalí, escritor, pintor, escenógrafo, grabador y escultor que representó al movimiento surrealista.
Esta expresión artística considera el pensamiento sin la intervención de la razón. Es la libre manifestación del subconsciente y fue propuesto por André Bretón en 1924.
Según el portal psicologia-online.com, el subconsciente “se refiere a todo aquello que tenemos guardado o almacenado debajo de nuestra propia consciencia y suele contener generalmente miedos profundos y deseos reprimidos”.
Dalí se identificó con este movimiento y fue uno de sus representantes. Su obra: La persistencia de la memoria, es de las más conocidas. La pintó en 1931 y en ella puede observarse un ambiente desértico y relojes “escurridos” o derretidos. De hecho, algo que caracterizó la obra de Dalí, fueron los relojes “escurridos”.
La persistencia de la memoria también se llevó a una escultura en bronce. La hizo entre 1977 y 1984. Mide 4.9 metros de altura y pesa 1,400 kilos. Otra obra es Perfil del tiempo, que también tiene el “sello” de Dalí.
El arte fue parte de la infancia de Salvador Dalí, pues comenzó a pintar a los 12 años. A los 18 estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Si quieres observar de cerca parte de la obra de Dalí, puedes visitar Plaza Universidad que en estos días, exhibe escultura de este autor.
Dalí también tuvo su aporte artístico en el cine. Junto con Luis Buñuel, hizo el guión del cortometraje “Un perro andaluz” que se estrenó en 1929. Como te podrás imaginar, el subconsciente y la irracionalidad está presente en esta obra.