De los cinco sentidos comúnmente conocidos, el oído es el que está directamente conectado con el cerebro, lo que supone que el sonido sea el estímulo que llegue con mayor rapidez a este centro nervioso afectando de alguna manera lo que el individuo siente.
Ya sea producido por instrumentos o incluso por las cuerdas vocales con diferente tono e intensidad, el sonido ha acompañado al hombre en ceremonias y ritos efectuados desde tiempos ancestrales. Incluso se utiliza como un medio para ayudar a generar estados de ánimo relacionados con la armonía, energía, equilibrio, integración y bienestar.
Ejemplo de ello son los mantras sagrados como el OM o AUM, considerado en diferentes culturas como el sonido primigenio que se produjo durante la conformación del universo, del planeta tierra y del todo. Así que al pronunciarlo, la vibración originada logra que se alcance una conexión entre el ser humano y su verdadera naturaleza o energía divina.
Sanación universal
Los beneficios del sonido pueden ponerse en práctica todo el tiempo pero hoy 14 de febrero, se festeja el Día mundial de los sonidos curativos y también es considerado el Día de curación para la tierra por medio del sonido.
Una manera de celebrarlo individualmente, es recitar mantras sagrados como el OM o escuchar sonidos de cuencos tibetanos, cuencos de cuarzo, gongs, tambores, campanas y “palos de agua”. También los relacionados con la naturaleza como el sonido del viento, de las olas, de lluvia o del canto de los pájaros, entre otros.
Otra forma de conmemorarlo es colectivamente pero desde donde cada quien esté físicamente. Se dirá en voz audible “Aaaaaaa” (considerado el sonido del corazón) durante cinco minutos. Se recomienda hacerlo a las 12 del día con el objetivo de generar una “unión sónica” entre quienes participen para proyectar paz y amor a todo el planeta y los seres vivos.