¡Se acabaron las vacaciones! El próximo lunes 26 de agosto inicia el ciclo escolar 2024-2025, lo que para varios niños y adolescentes resulta fascinante porque implica nuevos útiles, nuevos maestros, nuevo salón de clases y quizá, nueva escuela, uniforme y compañeros.
Sin embargo, para otros chicos esto es precisamente lo que los inquieta e incluso, puede generarles ansiedad. Por lo que el proveedor de atención médica pediátrica de Texas, Children’s Health, publicó siete sugerencias del psicólogo clínico, Nicholas James Westers. Están dirigidas principalmente a padres y madres de familia.
1.- Animar a los niños y jóvenes a definir sus valores y objetivos
Un nuevo ciclo escolar les da la oportunidad de pensar en quién quieren ser como individuos y en cuáles son sus convicciones. Esto puede ayudarles a tomar buenas decisiones y a mantener una salud mental sólida. Los padres y madres de familia pueden ayudarlos a definir los valores y objetivos y a mantenerlos durante el año.
“Las metas están orientadas al futuro. Así que, si quieres obtener solo calificaciones de A, eso es genial, pero no es algo que puedas hacer hoy”, dice el doctor Westers. “Lo que puedes hacer hoy es vivir tus valores para alcanzar tus objetivos. Si tu objetivo es obtener buenas calificaciones, trabajar duro es un valor que puedes poner en práctica para lograr ese objetivo. Si tu objetivo es hacer amigos, la amabilidad podría ser un buen valor para apoyar eso”.
2.- Pensar en el ciclo escolar como un nuevo comienzo
“Si su hijo se quejó el año pasado, anímelo a encontrar lo bueno en las situaciones este año. También puede ayudarle a elaborar un plan de acción para las cosas de las que se queja. Si se queja de un profesor o de un tema, trate de comprender sus frustraciones y lo que puede hacer al respecto. Tal vez no entienda el material de la clase, por lo que podría intentar hacer más preguntas. Anímelo a pensar en las clases y los maestros que le agradan, no solo en los que le causan frustración.
Si tomaron malas decisiones el año pasado, podrían trabajar para usar mejor el juicio. El método “Detenerse, relajarse y pensar”, también llamado SRT (por sus siglas en inglés), es recomendable.
Antes de tomar una decisión, animamos a los niños a detenerse, respirar hondo y pensar en su próxima acción. ¿Merece la pena? ¿Qué es lo peor y lo mejor que podría suceder? ¿Qué tipo de persona quiere ser? ¿Esta opción se alinea con sus valores?”, refiere.
3.- Fomentar amistades significativas
Las amistades positivas abonan a la salud mental. Si uno de los objetivos del menor es tener amigos, el doctor Westers recomienda “ser el amigo que quisieras tener”.
“Eso puede significar ser amable, mostrarte interesado si ves a alguien que necesita algo, animar a la gente. Si otros niños tratan mal a otra persona de clase, intenta ser amable con esa persona en lugar de unirte a los niños que son malos”.
4.- Aprender de los contratiempos
Los retos y desafíos que traen consigo algunas experiencias de la vida, pueden aprovecharse para aprender y desarrollar la resiliencia. Esta última es definida por la real academia española, como la capacidad de adaptación frente a un agente perturbador o un estado o situación adverso.
“Si obtiene una calificación deficiente en una prueba, úselo como una oportunidad de aprendizaje. ¿Qué salió mal y cómo puede aprender de eso la próxima vez? ¿Puede tomar los comentarios del profesor y utilizarlos para mejorar la siguiente tarea?
“Si le dijo algo malo a un compañero de clase, aunque haya sido sin querer, debe reconocer que ha herido sus sentimientos. Puede pedir perdón y usarlo como un momento de aprendizaje para intentar no decir cosas hirientes en el futuro.
“Si no fue seleccionado para una actividad en la que quería participar (por ejemplo, si no logró entrar al equipo deportivo o no consiguió un papel en la obra teatral escolar) anímelo a pedir comentarios y preguntar cómo puede mejorar. También podrían aprovechar esta oportunidad para probar un deporte diferente o unirse a otra actividad”, detalla el doctor Westers.
5.- Las calificaciones son importantes y también lograr un equilibrio
A los niños y adolescentes que se sienten ansiosos y nerviosos por obtener buenas calificaciones, el doctor Westers les recomienda dedicar solamente entre 10-15 minutos ocasionales para gestionar dicha preocupación. “De esa manera, esos sentimientos de ansiedad no controlan el resto de su semana ni afectan negativamente sus calificaciones”.
Resalta que las actividades fuera de la escuela, igualmente son importantes.
6.- Los padres y madres son el mayor aliado de los hijos
Es imprescindible alentar a los niños y adolescentes a platicar cómo se sienten. “Hacerles saber que a veces está bien sentirse tristes o nerviosos. Asegúrese de que sepan que usted está siempre disponible, que no están solos, y que quiere ser su mayor apoyo y ayudarlos cuando lo necesiten”.
7.- Saber cuándo buscar ayuda profesional
El doctor Westers destaca tres signos que alertan a los padres y madres de familia cuando es momento de buscar la ayuda de un psicólogo o profesional de la salud mental:
-Comportamiento notablemente diferente de manera constante. El chico puede tener arrebatos de enojo o parecer mucho más silencioso y reservado que de costumbre.
-Problemas de sueño. Es normal que los niños y adolescentes estén algo nerviosos durante los primeros días de escuela, y no es inusual que les cueste un poco dormir. Pero si siguen sin dormir bien durante varias semanas, esto puede ser un signo de un problema mayor.
-Evitar la escuela. El niño no quiere ir o parece asustado o angustiado por la escuela.
Como se puede observar, un nuevo ciclo escolar es una oportunidad para los padres y madres de familia que quieran involucrarse en el desarrollo y salud mental de los niños y jóvenes, quienes están por comenzar otra etapa en su vida.