Los propósitos de año nuevo, esos que dependen de tu voluntad para lograrlos, son una forma de redefinirte como ser humano cada cierta etapa. Por ejemplo, el reciente inicio del año 2025 y la idea de renovación que trae consigo.
Pero ¿cómo escribir propósitos que te motiven a continuar trabajando en ellos?
En la plática: Objetivos con propósito, crea tu presente y tu futuro, Alejandra Salas Aguilar, directora de Instituto de Formación Empresarial Salas (INFESA), identifica una etapa previa a su planteamiento.
Antes de definir propósitos
Es importante tomarte unos minutos para reflexionar y hacer un balance de cómo es tu situación personal (en estos momentos) en los siguientes parámetros:
1.- Salud física: Implica entre otras cosas el tiempo dedicado al descanso, cuidado estético, ejercicio, alimentación, prevención y atención médica. “Observa la cantidad y calidad de tiempo que dedicas a tu mantenimiento”.
2.- Salud emocional: Tiene que ver con dedicar tiempo a la identificación de emociones. “Saber cómo se llama eso que sientes, darte permiso de sentirlas, aprender a manejarlas y a no reaccionar impulsivamente”.
3.- Salud espiritual: Se refiere a la toma de conciencia del impacto e influencia que tienes en los demás por ejemplo, respondiéndote a la pregunta ¿para qué hago lo que hago? Es “dedicar tiempo a tener claro cuál es tu sentido de vida, si te sientes satisfecho porque te hace feliz lo que haces, lo que vives”.
4.- Salud financiera: Es el bienestar que se alcanza mediante una buena gestión de la economía personal, familiar o empresarial para hacer frente a imprevistos y conseguir metas. Tiene que ver con tu capacidad para gestionar ingresos y controlar gastos, con la liquidez para pagar facturas y hacer frente a imprevistos. Aquí es importante revisar si tu trabajo está alineado a los valores personales. “Lo ideal es tener un trabajo que te haga crecer como persona y donde encuentres el reconocimiento porque esto es parte de la vida”.
5.- Amor: Implica sentir un vínculo positivo de afecto, respeto, empatía y conexión con otro ser. Al momento de hacer el balance personal, es importante revisar la calidad de las relaciones contigo mismo (acciones que apoyan tu propio crecimiento físico, psicológico y espiritual), con tu pareja, hijos, padres, hermanos, amigos, compañeros de trabajo; con la naturaleza, vida, divinidad, la mascota, las cosas y propiedades.
Rumbo a la definición de propósitos
Después de que tengas el resultado de tu balance personal y ubiques las áreas en las que enfocarás tu atención, sigue con la redacción de propósitos. La técnica propuesta por Alejandra Salas incluye estos elementos:
6.- Escritura clara, precisa y concreta.
7.- Redacción en tiempo presente.
8.- Uso de lenguaje positivo.
9.- Que dependa de uno mismo. ¿Qué quieres conseguir? ¿Para qué lo quieres?
10.- Mencionar cuál es el compromiso personal. ¿Cómo lo vas a conseguir?
11.- Que sea expansivo es decir, ¿en cuánto tiempo lo quieres lograr?
Propuesta de redacción de propósitos
De salud: En febrero de 2025 estoy mejorando mi salud para tener mejor calidad de vida, a través de alimentarme sanamente, realizar 30 minutos de ejercicio tres veces a la semana y tengo todos mis chequeos médicos al día.
De amor: En diciembre de 2025 me siento en paz, armonía y tranquilidad en mi corazón a través de haber trabajado todo el año en mi sanación personal, asistiendo a terapia y sanando mi relación con las personas que amo (o terminando una relación o perdonarte a ti mismo o a alguien más, o sanando resentimientos, etc.)
“Es importante colocar los propósitos en un lugar visible, leerlos dos veces al día, visualizar las sensaciones, olores, sonidos; agendar puntualmente las acciones a realizar y revisar su cumplimiento semanal y mensual. En cuanto se vallan a alcanzar, diseñar los siguientes para transitar de la realización a la nueva inspiración”, recomienda Alejandra Salas.
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