Hoy 5 de junio se conmemora el Día mundial del medioambiente y este año, los trabajos de concientización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se centran en la restauración de tierras, la desertificación y la resiliencia a las sequías.
Lo anterior, en virtud de que a nivel mundial hasta 40% de las zonas terrestres están deterioradas.
Por lo que la ONU elaboró la guía «Somos la #GeneraciónRestauración», dirigida a todos los habitantes del planeta con el objetivo de hacer un llamado a la participación en actividades dirigidas a reparar las tierras y promover la reforestación.
En el documento de 20 páginas, se indica la importancia de la agricultura sostenible, de la preservación de polinizadores (como abejas, murciélagos, pájaros y mariposas) y de la restauración de ecosistemas en agua dulce.
“Nuestros sistemas alimentarios actuales son insostenibles y uno de los principales motores de la degradación de las tierras. La forma en que producimos y consumimos los alimentos está provocando más del 80% de la pérdida de biodiversidad”.
¡Manos a la obra!
Algunas formas sugeridas por la ONU para que desde las escuelas se promueva la recomposición del sistema de alimentación y junto con ello, la restauración de la tierra son:
1.- Poner en marcha campañas de educación y concienciación específicas para la juventud sobre la importancia de la restauración de las tierras a escala comunitaria.
2.- Compartir conocimientos sobre alimentos sostenibles y prácticas culinarias.
3.- Practicar la agricultura sostenible en huertos comunitarios y campus universitarios.
4.- Utilizar alimentos sostenibles y reducir el desperdicio de alimentos en cafeterías y eventos.
5.- Incluir el compostaje en instalaciones y campus educativos.
6.- Averiguar dónde se encuentran los clubes rotarios cercanos y participar en la Iniciativa de Acción Comunitaria para el Agua Dulce para conservar las masas de agua locales.
7.- Promover espacios verdes en los campus, balcones y azoteas.
De manera individual también es posible participar
Cada ser humano puede poner su “granito de arena” en la mejora del medioambiente. Algunas sugerencias contenidas en la guía son:
1.- Comprar productos locales para apoyar a las personas que cultivan en su región y reducir así las emisiones de gases de efecto invernadero.
2.- Incluir en la dieta más alimentos que no perjudiquen al suelo, como lentejas, alubias (fríjoles)y garbanzos.
3.- Cambiar las dietas para que sean de origen regional, de temporada y de abundante diversidad de verduras.
4.- Recoger los residuos de la cocina para utilizarlos como compost en jardines o balcones o contribuir a programas sociales de compostaje.
5.- Atraer polinizadores, entre ellos aves y mariposas, a jardines mediante la plantación de diversas flores autóctonas.
6.- Cultivar árboles junto a las calles.
“Uniendo fuerzas, los gobiernos, las empresas, la sociedad civil y cualquier persona pueden echar una mano a la naturaleza y forjar un mundo más sostenible para las generaciones venideras”, se lee en la guía.
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